Un buen día surgió la necesidad de un nuevo espacio deportivo en el municipio de Castell-Platja d'Aro. Fue entonces cuando propusimos crear una Ciudad Deportiva a partir de la dispersión de una malla hexagonal formada por módulos de diversos tamaños en función de su uso, a partir de los cuales surgen una serie de pequeñas calles que dan acceso a los mismos. Una malla que permite su extensión o crecimiento e incluso agrupación en base a las necesidades de cada momento.

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Los módulos de mayor tamaño contienen estrictamente los usos de actividad más dinámica, complementarios a las aulas, existiendo en dos tamaños: el módulo de mayor tamaño -tres veces más anchos que los hexágonos de las aulas- utilizado como piscina interior con sus correspondientes vestidores y baños integrados; los módulos de tamaño medio -dos veces el ancho  del hexágono de cada aula- contienen el resto de usos deportivos/ocio como pueden ser la zona de restaurante, el gimnasio o los vestidores y almacén vinculados a la pista de atletismo.

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Los módulos de menor tamaño, quedarán destinados exclusivamente, a las aulas.

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Finalmente, los espacios exteriores servidores o de recorrido surgen automáticamente tras la liberación de módulos generando espacios para crear dichos itinerarios, que incluso en diversas ocasiones acaban generando compresiones y descompresiones, surgiendo así pequeñas plazas que acaban de enriquezer el proyecto.